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El embarazo es una etapa muy bonita, pero implica un desafío y tomar una serie de precauciones. Estas son varias, y si bien no podemos enumerarlas todas, podemos al menos decirte cuáles son las esenciales.

Para empezar, si estás en pleno embarazo, no hagas nada de ejercicios extremos, aquellos que te dejen exhausta y que impliquen contacto físico o, peor, un golpe. Pero, si hablamos de una rutina suave, esta no solo no es mala, sino que es recomendable.

Un ejercicio moderado durante el embarazo nos ayuda a mantener nuestro peso bajo control, prepara nuestro cuerpo para el nacimiento del bebé y mejora nuestro estado de ánimo.



De más está decir que, si está embarazadas, el tabaco, el alcohol y otras sustancias nocivas deben desaparecer de tu vida. De lo contrario, el pequeño puede nacer con con malformaciones y anomalías de diversa índole.

Del mismo modo, debes deshacerse de alimentos que propicien la hipertensión, el colesterol o la diabetes gestacional, como el pescado crudo, la carne cruda, frutas y hortalizas crudas sin tener claro si han sido limpiadas a fondo, alimentos preparados, pescado como el atún que tiene mucho mercurio, lácteos que no se han elaborado con leche pasteurizada, etc.

De la misma manera, si estás embarazada, puedes comer pero con mucho cuidado otros productos tales como el embutido, el paté, los ahumados, entre otros. Pero de lo que sí te debes olvidar es de la cafeína.


Durante el embarazo, si bien los exámenes médicos son necesarios, las radiografías están absolutamente prohibidas, pues los rayos X generan radiaciones que son altamente peligrosas para el feto.

Y para terminar, durante el embarazo, por ningún motivo debes cargar cosas pesadas y por ningún motivo debes ir a saunas y baños excesivamente calientes, pues puedes desmayarte provocar que no llegue el suficiente oxígeno al bebé.

fuente: ritmoromantica

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